En un discurso largo como esperanza de pobre, Rojas instó a fortalecer el debate político y el trabajo en común
En la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente Arturo Rojas brindó un discurso largo como esperanza de pobre que duró casi dos horas, y sin dudas lo dejó con la lengua acalambrada y a más de uno roncando a pata suelta.
El jefe comunal reconoció la tarea llevada adelante por el Cuerpo Deliberativo "que a pesar de las diferencias políticas e ideológicas hemos podido lograr los consensos necesarios para obtener las principales herramientas que precisaba el Departamento Ejecutivo y hemos podido trabajar en conjunto con el Concejo Deliberante en diferentes políticas públicas"
Que a Rojas le tocó bailar con la más fea no es novedad, haciendo un pantallazo de los primeros meses de su gestión, el intendente afirmó que "el contexto en el que nos tocó transitar gran parte del año 2020, tuvo que ver con un contexto de crisis; crisis económica en los principales servicios que debe prestar el Estado Municipal, con un descontento muy grande de los trabajadores, de los profesionales de la salud y una confianza que se había roto durante mucho tiempo con cada uno de los proveedores que hacían que las cosas costaran el doble o el triple de lo que salen en el mercado".
"De paso cañazo", el mandatario recordó la deuda de casi mil millones de pesos que recibió como herencia del paso de Facundo López por la administración municipal, que incluía en gran parte salarios, horas extras y beneficios de trabajadores municipales y profesionales de la salud del distrito. Solo en ese concepto, el municipio adeudaba 271 millones de pesos .
"No me trae ningún tipo de orgullo pero nos costó gran parte del 2020 regularizar esa situación" reconoció Rojas.
Tras hacer un racconto de los puntos sobresalientes de su primer año de gestión y agradecer el apoyo brindado por los gobiernos Nacional y Provincial, el jefe comunal insistió en la necesidad de “dejar de lado las mezquindades políticas para ir reconstruyendo nuestra ciudad, algo que sé que no será fácil porque nos toca transitar un año electoral que hace que haya cuestiones que se entremezclen” aunque “estoy seguro que tampoco es imposible lograrlo, pero necesitamos que se den discusiones serias con propuestas superadoras”.
El discurso del intendente deja como frase central la posibilidad de debatir y fortalecer la democracia y participación de todos los sectores: "que podamos discutir en términos políticos y que eso no signifique ser enemigos por tener una visión diferente".
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