Se quedaron solos: con escasa participación de afiliado Bertoldi ganó la interna radical
El radicalismo local se acerca peligrosamente a convertirse en un partido testimonial, un sello que sirve a unos pocos para negociar cargos y hacerse de una changuita bancada por los contribuyentes. Sobre un padrón de aproximadamente 4500 afiliados solo 700 personas votaron este domingo en las elecciones de autoridades del Comité Emiliano Abásolo.
Carola Bertoldi se impuso por apenas 82 votos a la exconcejal Graciana Maizzani Haro. Bertoldi consiguió 426 votos mientras que su competidora obtuvo un total de 344.
Con una campaña de muy bajo perfil, por primera vez dos mujeres se disputaron la conducción del radicalismo local. Tanto Carola Bertoldi y Graciana Maizzani, (militantes de amplia trayectoria y probado pedriguí radical), aglutinaron detrás de sus figuras a dos concepciones diferentes del radicalismo.
Bertoldi (que compartió la presidencia del Emiliano Abásolo entre 2016 y 2018 con Silvia Sadaha), representa a los viejos patriarcas radicales, dirigentes que desde los albores de la democracia han ocupado sistemáticamente todos los cargos disponibles y cuando los años (o la cara) ya no les permitió seguir en carrera, los legaron a sus hijos o nietos.
La nueva conducción arrancó con un tropezón. Mientras la flamante presidente augura una gestión basada en un radicalismo unido y participativo, Alberto Esnaola, actual titular del comité Emiliano Abásolo no pudo con su genio y con un mensaje ácido y fuera de lugar festejó el triunfo de su representante.
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