Caos en el tránsito vehicular en Necochea: alcohol, imprudencia, falta de políticas un combo letal
Salir a la calle en Necochea se ha transformado de a poco en una misión suicida. Los continuos ataques de chorros, motochorros y otras yerbas sumado al descontrol en el tránsito, se han convertido en una trampa mortal para los vecinos.
En nuestra ciudad impera la ley del más fuerte, del más grande y del más rápido. Las normas de tránsito no se aplican a los conductores (desde una bicicleta a un camión con acoplado circulando en pleno centro) que suelen sacar lo peor de sí en las extrañas ocasiones que un inspector de tránsito labra una infracción.
Cualquier conductor desprevenido debe sortear a los desaprensivos que cruzan semáforos en rojo, no se respeta la velocidad, ni la mano en las esquinas, vehículos detenidos en doble fila, motociclistas sin casco, ni luces, familias enteras en una moto (sin casco por supuesto) y las sendas peatonales son para los conductores necochenses unas rayitas decorativas en algunas calles céntricas.
Los últimos meses del año han traído una seguidilla de accidentes de tránsito que se han cobrado la vida de jóvenes necochenses y en la mayoría de ellos el denominador común ha sido el alcohol.
¿Que hace el municipio?
El área de tránsito municipal fue junto con la de salud una de las más golpeadas durante la gestión de Facundo López, actual subdirector de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, lo que es un despropósito si de algo valen sus antecedentes. La llegada al gobierno de Arturo Rojas suponía el saneamiento y puesta a punto de un sector que requiere mayor atención por parte de los gobernantes, algo que no sucedió.
Si uno quiere saber lo que pasa en un área específica del municipio, nunca debe preguntarle al funcionario a cargo. Este le dirá que está todo en orden y recitará sin repetir y sin soplar los maravillosos cambios que impulsó su gestión, por lo que lo mejor es ir a las fuentes sin intermediarios: una charla con los trabajadores y una vuelta sorpresa pueden abrir los ojos de los interesados.
La información recabada da cuenta de que el área de tránsito tiene serias falencias que dificultan el eficaz desempeño de sus funciones. Sin ir muy lejos, esta semana faltó combustible para que los inspectores hagan sus recorridos habituales.
El personal aún no ha recibido la ropa y calzado que debe entregar el municipio e implementos como handys, cascos e incluso la flota vehicular no se encuentran en las mejores condiciones, dejando a los trabajadores desprotegidos a la hora de desempeñar sus actividades.
A ocho meses del resonado caso del vecino que rompió los records mundiales de alcohol en sangre y las sospechas de mala calibración del alcoholímetro y la triste certeza de que los accidentes con víctimas fatales ocurridos en los últimos días se podrían haber evitado con controles estrictos y mayor concientización solo se cuenta con un alcholímetro cuya antigüedad toda los 10 años.
Reconocen no obstante que la principal falla a la hora de pensar en el ordenamiento del tránsito en Necochea, se da en la ausencia de políticas de Estado que enfrenten a los innumerables problemas relacionados con el tránsito y con el transporte, apuntando a la búsqueda de más eficientes sistemas de gerenciamiento y de gestión municipal sobre la movilidad y una mayor concientización sobre la seguridad vial.
Una anécdota grafica las prioridades de los funcionarios del área; oportunamente un grupo de trabajadores de tránsito presentó un listado marcando las necesidades más urgentes entre las que se contaba la reparación y puesta a punto de vehículos de apoyo para el trabajo en la calle, sin embargo quien en ese momento era el funcionario a cargo, optó por plotear una camioneta.
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